Este proceso debe hacerse con regularidad ya sea por el mantenimiento general del auto o por el cambio de algún componente del sistema de frenos.
Fuente: TN
Si bien siempre se recomienda que las cuestiones técnicas de los vehículos sean atendidas por los mecánicos profesionales, hay diferentes métodos para purgar los frenos de forma casera, algunos muy avanzados, como los que utilizan aparatos de presión o de otro tipo, aunque por lo general estos sistemas de comprobación se realizan en concesionarios o talleres especializados en frenos. El método que se sigue utilizando masivamente es el de aplicar presión al pedal de frenos.
Para realizar la tarea, suponiendo que no podemos acceder a una fosa que es el lugar ideal, lo primero que se debe hacer es colocar el auto en un lugar seguro, en una superficie plana, en ocasiones dependiendo del auto será necesario levantar las ruedas con un crique. En estos casos se debe aplicar el freno de mano, y para mayor seguridad, asegurar las ruedas con tacos de madera o de plástico duro.
Datos generales a tener en cuenta
- Detener la marcha del motor.
- Rellenar el depósito de frenos con líquido hasta la marca máxima y vigilar que el mismo no se vacíe durante la operación de purgado (volver a rellenar si fuera el caso), dejar la tapa del depósito abierta, procurando que no entre suciedad.
- Al estar dispuesto el circuito de frenos en “X” (como en la mayoría de los casos de doble circuito) la purga se debe efectuar en cada bombín de rueda siguiendo un orden concreto, que es: detrás izquierda, delante derecha y detrás derecha, delante izquierda.
- El purgado de frenos requiere de dos personas.
- Durante el purgado de frenos el pedal se acciona de manera rápida al pisarlo y de manera lenta al soltarlo. Con esto evitamos que se pueda dar vuelta una junta especial que hay en la bomba de frenos que provocaría una falla importante.
El paso a paso
- Sacar la protección de goma que cubre el tornillo de purga de la bomba. Insertar en el tornillo un tubo transparente de plástico, el otro extremo del turbo sumergirlo en un recipiente (puede ser un frasco grande) que contenga líquido de frenos limpio.
- Aflojar el tornillo con una llave fija apropiada. Pisar a continuación el pedal (la otra persona) de forma que baje rápidamente y suba lentamente, realizando esta operación varias veces hasta que el líquido fluya por el turbo sin burbujas; a continuación y con el pedal pisado a fondo, apretar el tornillo del purgador.
- Repetir la operación sobre las cuatro ruedas respetando el orden antes mencionado, comprobando en cada una de ellas, que el depósito esté lleno para que no entre aire en las canalizaciones. Terminada la operación, rellenar el depósito hasta el nivel indicado.
- Si la revisión del circuito ha sido total o es necesario cambiar el líquido de frenos (se debe hacer cada dos años) conviene vaciar el circuito empezando por el depósito, aspirando el líquido con una jeringa o algo parecido. Rellenar el depósito con líquido nuevo y abrir los tornillos purgadores dejando salir el líquido viejo hasta que se vea salir el nuevo (será más claro). Entonces se cierran los tornillos purgadores con el pedal pisado a fondo y realizar el purgado de frenos rueda a rueda como se ha explicado anteriormente.
Dato importante: En autos equipados con frenos ABS antibloqueo el purgado de frenos se realiza de la misma forma. Solo hay que tener en cuenta que cualquier reparación que se realice en el “hidrogrupo” del ABS trae consigo el purgado del mismo.
¿Cómo me doy cuenta que tengo que cambiar las pastillas de frenos?
Hay varios indicadores que nos avisan si a las pastillas le quedan poco uso. Éstos son:
- La cantidad de kilómetros: si bien no hay una cifra exacta, se recomienda verificar las pastillas entre los 20.000 y los 40.000 kilómetros, dependiendo el uso.
- El grosor de las pastillas: para tener mayor exactitud del estado de las pastillas es preferible retirar la rueda y chequear su grosor. Si están muy finitas es momento de cambiarlas. Además si la ranura del medio está gastada o ya no se vé problemente le queden poca vida útil.
- El sonido y las vibraciones: el ruido al frenar es un claro signo de que algo no está bien, y en este caso, son los frenos. El sonido característico es un chillido.
- Las condiciones de manejo: si al momento de manejar cuando se requiere frenar el conductor debe hacer mucha fuerza sobre el pedal, es tiempo de cambiar las pastillas. El freno debe ser sensible al tacto con el pie. El hecho de hacer fuerza implica desgaste y, por ende, el auto tiene que pasar por el taller.